You are here

Retos demográficos ante El nuevo milenio y su impacto Para la salud publica

Judith Rodríguez Figueroa, M. Sc
Demógrafa y Catedrática,
Programa Graduado de Demografía, 
Escuela Graduada de Salud Pública.
Recinto de Ciencias Médicas

Los retos demográficos de cara al nuevo milenio son muchos y variados. En este trabajo solo se presentarán aquellos que podrán tener un mayor impacto en la planificación y prestación de servicios de salud pública.

 

Envejecimiento de la Población

Uno de los retos demográficos que tendrá que enfrentar la salud pública, es el fenómeno del envejecimiento de la población. El aumento en la proporción de personas de edad avanzada, a saber de 65 años o más es un hecho real que continuará concretizándose durante las próximas décadas. A partir del año 2010 la llegada a los 65 años de edad por parte de los "Baby Boomers", esto es, las personas que nacieron entre el 1946 y 1964, provocará una demanda mayor de actividades y servicios de promoción y mantenimiento de la salud (Ver gráfica I). Se espera que la expectativa de vida al nacer aumente y que nuestros viejos puedan llegar a vivir hasta los 80 años. Asimismo, se espera que éstos puedan, en términos generales, disfrutar de un estado aceptable de salud. Sin embargo, para que esto pueda lograrse, será necesario que se establezcan urgentemente programas de promoción de la salud abarcadores, integrales y agresivos dirigidos a la adopción de estilos de vida saludables por parte de la población, que al presente se encuentra en las edades productivas.

En la población de edad avanzada, se proyecta un crecimiento mayor para las féminas que para los hombres. Esto es, habrá más mujeres viejas que hombres viejos. Muchas de estas mujeres estarán solas, sin la presencia de un cónyugue o compañero sentimental. Por otro lado, se espera que los ingresos de este grupo poblacional, provengan de pensiones por motivo de su participación en la fuerza laboral. Los ingresos provenientes de las pensiones de retiro sufren muy pocos cambios mientraspor otro lado se registran constantemente incrementos en el costo de la vida. Esta situación podría ocasionar que la población vieja de principios del Siglo 21, sea más educada, pero con menos poder económico adquisitivo que la de ahora. Los adultos del mañana podrían también enfrentarse a la eliminación o reducción de beneficios del seguro social y del Seguro de Salud de Medicare. Esta situación podría convertir a estas personas en dependientes de otros programas de ayuda económica y de servicios de salud.

La tecnología y los avances médicos en el campo de la salud serán responsables de una mayor longevidad para los puertorriqueños en un futuro, y de que éstos exhiban mejores estados de salud. El cuidado de la salud de este sector creciente de la población aumentará en términos de los años de vida. Se notará un aumento en los costos de mantenimiento de la salud si no se adoptan programas efectivos y eficientes de salud pública. Los programas preventivos serán los más costo efectivos.

Sexualidad

Se espera que los viejos del mañana así como los sectores poblacionales más jóvenes disfruten la sexualidad, más desde una perspectiva recreacional que de procreación. Se anticipa un aumento en el uso de métodos contraceptivos y de medios que faciliten tener y mantener el disfrute de las relaciones sexuales. Evidencia de este reto, lo estamos observando recientemente con el revuelo que causó en la ciudadanía, el proyecto de ley sometido en la Cámara de Representantes acerca del uso de métodos contraceptivos por parte de los adolescentes del país, sin el consentimiento de los padres. La respuesta es la adopción de programas de educación sexual de gran alcance cónsonos con nuestra realidad de pueblo, como parte del currículo educativo del sistema público y privado del país, en donde los padres participen en el mismo. Ante esta situación será necesario que los profesionales de la salud pública en el Siglo 21 estén capacitados sobre sexualidad humana como parte de sus conocimientos básicos en salud pública.

Hogar y Familia

Los cambios en el hogar y la familia puertorriqueña de cara al nuevo mileno, deben ser tomados en consideración por los profesionales de la salud en el diseño, planificación y prestación de servicios dirigidos a la promoción de la salud y prevención de enfermedades en la población. Se espera que el tamaño de la familia continúe reduciéndose básicamente por el descenso en los niveles de la fecundidad de la mujer puertorriqueña, el divorcio o las separaciones en el caso de las uniones consensuales. Reducciones en el tamaño familiar se traducirán en un número menor de familiares disponibles para hacerse cargo de las personas con problemas de salud. Ante este reto, los profesionales de la salud pública deberán desarrollar entre los componentes de la comunidad, la responsabilidad que tienen como parte del sistema de apoyo informal de sus conciudadanos. Es de todos conocido que esta conciencia colectiva entra en contraposición con la práctica de conductas individualistas fomentada y promovida a través de la formación civil de los puertorriqueños. Los profesionales de la salud especialistas en conducta humana, tendrán un rol protagónico en la adopción de este tipo de comportamiento social.

La mayoría de las familias y hogares puertorriqueños estarán localizados en zonas urbanas, pues se espera que Puerto Rico se convierta en un país completamente urbano durante las primeras décadas del Siglo 21. Esta transformación podría limitar el acceso directo a los hogares requiriendo el uso de medios masivos de comunicación para lograr una cobertura mayor de los mensajes en salud.

La composición de las familias, presentará una gran variedad de opciones. Entre estas figuran la hoy llamada familia tradicional compuesta por ambos cónyuges y sus hijos y otras no tan tradicionales como la de dos parejas del mismo sexo. Las nuevas definiciones operacionales del concepto familia entrarán en conflictos con las definiciones adoptadas por el Negociado Federal del Censo, organismo gubernamental a cargo del levantamiento de los censos de población y vivienda de Puerto Rico. De acuerdo al censo una familia es aquella en donde conviven dos personas o más relacionadas por lazos de sangre, matrimonio o adopción dejando fuera todas las uniones que no cumplan con estos criterios antes mencionados. Las salubristas y los salubristas tendrán que hacer ajustes en cuanto a la definición del concepto familia en su lugar de trabajo. La misma condición dinámica de la familia, provoca una diversidad en los tipos de familias.

Los hogares y familias dirigidas por una mujer se espera que continúen una trayectoria ascendente. Los divorcios, el incremento en el número de madres solteras, así como una mayor mortalidad masculina que la femenina, son las razones fundamentales para una gran cantidad de mujeres como jefes de familia.

Por otro lado, los hogares de familia con los dos cónyuges presentes de orientación heterosexual continuarán su trayectoria descendente. Este tipo de familia donde los dos cónyuges están presentes sin ningún matrimonio previo por parte de sus miembros se irá reduciendo también, incrementándose de este modo los hogares de familias en series compuesto por una pareja de orientación heterosexual, divorciados o con alguna unión previa, que vuelven a casarse o unirse en pareja. En algunos de estos hogares es posible encontrar la presencia de hijos producto de las relaciones previas con hijos de la presente relación.

Varios sectores de la población opinan que el divorcio es la muerte de los valores familiares. Sin embargo, una alta tasa de divorcio tambien puede verse como un indicador positivo porque representa un rechazo de las personas a un mal matrimonio. Esta situación de altas tasas de divorcio conduce en muchos casos a un largo de vida matrimonial corto con varios matrimonios en serie, práctica observada con mayor frecuencia en el sector masculino. Otros sectores poblacionales continuarán adoptando la práctica de matrimonios tardíos. Las personas serán más cuidadosas en la selección de su pareja. Los y las profesionales de la salud pública deberán fomentar la incorporación de programas educativos pro-familia, por la conveniencia de los mismos. En estos programas se podrá educar en torno a las ventajas de vivir en familia, selección correcta de pareja, los deberes y responsabilidades de los contrayentes cuando entran a esta empresa llamada familia.

Otro fenómeno demográfico, relacionado con la familia que continuará su trayectoria ascendente, es la presencia en el hogar de hijos adultos que regresan a éste después de un rompimiento matrimonial o de pareja, o de hijos adultos con familia, llamadas sub-familias. Esto es, una familia aparte, a la que se le adscribe la jefatura del hogar, residiendo en la misma vivienda de los padres. Las altas tasas de divorcio, unido a una disminución en los ingresos de las parejas divorciadas, así como los altos costos de vida son las razones para el aumento registrado en Puerto Rico en el número de sub-familias. Aparentemente estamos regresando a la vieja familia extendida desde el punto de vista estructural por razones económicas. Ante tales cambios el concepto de ciclo de vida de la familia debería ser revisado, para atemperarlo a estas nuevas tendencias. Parece ser que algunas parejas puertorriqueñas nunca experimentarán la etapa de nido vacío, no porque nunca hayan procreado hijos sino porque algunos hijos adultos no se marcharán del hogar paterno, ó por las contínuas salidas y llegadas de parte de otros hijos.

Educación de la Mujer

Las mujeres como grupo poblacional en contraste a los hombres, se están educando más. Esta tendencia se espera continúe, por lo que las féminas continuarán exhibiendo mejores niveles de instrucción que los hombres. Una estadía promedio mayor de la mujer en la escuela que la de los hombres, será una de las causas del aumento en la edad promedio de las mujeres que conciban y procreen su primer hijo. Se espera que la mujer constituya la mitad de la fuerza laboral del país como resultado de un mayor nivel de educación formal que los hombres. Esta situación llevará al reajuste de los horarios de trabajo por parte de los y las profesionales de la salud pública en las comunidades. Una cantidad considerable de las mujeres en muchas comunidades estarán fuera del hogar en horas laborables, siendo estas el sujeto de atención más importante por parte de los proveedores y las proveedoras de programas de promoción de la salud y prevención de enfermedades.

Patrón de Mortalidad

Se proyecta que predomine un patrón de causa de muerte crónico y degenerativo como consecuencia del envejecimiento de la población. Sin embargo, se espera una prevalencia mayor de personas con condiciones crónicas y degenerativas con un promedio de tiempo mayor de vida, prolongando para más tarde el momento de la muerte. Podría darse un resurgir de enfermedades infecciosas conocidas y otras nuevas, especialmente entre los sectores de menos edad. Asímismo, se advierte una mayor cantidad de personas con impedimentos, físicos y mentales como consecuencia de una mayor sobrevivencia de parte de las personas víctimas de accidentes, uso de drogas y alcohol, y por el proceso mismo del envejecimiento de la población.

Estos cambios extraordinarios en el estado de la población, deberán ser tomados en consideración por los y las profesionales de la salud pública al momento de diseñar, planificar y establecer distintas modalidades de programas educativos y de servicios de salud.

Ponencia presentada en panel foro titulado "Las profesiones de la Salud Pública en Puerto Rico ante los retos del nuevo milenio" durante la celebración en Puerto Rico de la Semana de la Salud Pública, viernes 3 de abril de 1998, Centro Cardiovascular de Puerto Rico y el Caribe, Centro Médico, San Juan, Puerto Rico.

REFERENCIAS

Coates, Joseph F. "What's Ahead for Families: Five Mayor Forces of Change". World Future Society, Bethesda, Maryland,1996.

Coates, Joseph F. "The Highly Probable" 83 Assumptions about the Year 2025". World Future Society. Bethesda, Maryland, 1996.